Hace un tiempo atrás, un creyente exponiendo un tema a una clase dijo: “Yo soy perfeccionista”. Y me quedé pensando: “¿Es bueno ser perfeccionista?”
Una definición sencilla del perfeccionismo es: “una actitud que tiende a mejorar algo indefinidamente; considera lo que no es perfecto como inaceptable”.
La tendencia del perfeccionista, es hacer algo una y otra vez hasta que le salga perfecto; lo cual, en la mayoría de los casos es imposible. Además, el problema con el perfeccionista es que el deseo de ser perfecto no es realista. Uno se vuelve duro consigo mismo, se culpa cuando falla, evita hacer ciertas cosas pensando que no las podrá hacer “perfectas” y esto le causa ansiedad.
Alguien dijo que obsesionarse con la perfección, es como querer correr en el mar o nadar en el desierto.
Recuerdo una vez una madre, pidiéndole a su hija que doble la ropa seca para guardarla. La hija lo hizo, pero no al gusto de la madre, quien quería que la doblara de cierta manera y sin ninguna arruga. ¿Cuál creen que fue la reacción de la hija?
No debemos exigirles a los demás que hagan las cosas “perfectas” como a nosotros nos gusta. Eso causa gran tensión y molestia. Uno se vuelve exigente y estricto con uno mismo y les hace la vida imposible a los demás. El afán de perfección hace que algunas personas se vuelvan insoportables.
¿Cuál es la causa de buscar perfección?
Cuando uno es perfeccionista está tratando de tener su vida bajo control y muchas veces se siente devaluado, a no ser que todo esté perfecto. Esto se inicia en la infancia, debido a una educación demasiado exigente, que demanda mucho de nosotros mismos. Tiene que ver con los modelos familiares, expectativas y críticas durante la crianza.
¿Dónde está el Error?
El error está en que nadie es perfecto. Es una ilusión y al ponerte como objetivo la perfección, estableces metas poco realistas e imposibles de alcanzar y te sentirás insatisfecho.
La única perfección y dominio que existe en la vida la tiene Dios, no el hombre.
“Señor, yo sé que el hombre no es dueño de su vida,
que no tiene dominio sobre su destino”. Jeremías 10:23 (DHH)
Si es así, ¿por qué seguir buscando hacer todo perfecto?
Para evitar el Perfeccionismo
Acéptate, perdona tus imperfecciones; enfócate en lo que necesitas realmente; define las metas que deseas lograr; separa los resultados de las críticas; aprende de tus errores y sobre todo pídele y créele a Dios; Él te puede ayudar a vencerlo.
Después de todo, como reza el dicho: “Errar es humano y perdonar es divino”.
Si Dios te perdona, ¿por qué no te has de perdonar tú?
LA EXCELENCIA
Derivado del latín excelsus (elevado o superior); es decir, aquello que está por encima de lo más elevado. Es hacer lo mejor que se pueda con los recursos y oportunidades que tenemos.
La meta debe ser la excelencia, no la perfección. Mientras que la perfección tiene que ver con absolutos, la excelencia significa que uno actúa lo mejor que puede, a pesar de que en algún momento pueda cometer errores. Si eso sucede, no te recrimines, ni te sientas culpable; simplemente…corrígelos.
Entonces, la excelencia, es hacer lo mejor que puedas en la tarea o trabajo que te asignan: en tu casa, en la escuela, donde trabajas, en la iglesia y en todo lugar. Que tu característica sea rendir lo mejor que puedes en todo.
El secreto está en hacerlo, como dice la Palabra de Dios:
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres (Colosenses 3:23).
¡DIOS TE BENDIGA!
¡Muchas gracias por este artículo!
Hace unos minutos, al caminar de regreso a casa pensaba en que por ratos me sorprendía encontrarme pensando como si llevara un tribunal por dentro… en el que yo siempre estaba de acusado. ¡Y encuentro aquí esta reflexión! Este blog siempre me ayuda a ubicarme y muchos de sus artículos son tan Providenciales como lo es este para mí, en el momento preciso.
Gracias Martín. Sentir culpa es como una agresión contra uno mismo y te va minando por dentro. Generalmente, eso es aprendido del hombre. Cuando éste lo vive o enseña a otro, significa que no es libre. No es la intención de Dios que uno vaya contra sí mismo, sino que uno sea libre para disfrutar las cosas que Dios nos ha dado.
Me alegro que lo hayas comprendido así y que puedas vivir en la libertad que Dios nos puede dar. DTB 🙂
Gracias, muy claro, me parece que la excelencia es una forma de vida, tratar de actuar siempre de la mejor manera posible, lo compartiré con las chicas !!
Efectivamente Nelly, es una forma de vida cuando uno comprende que como hijos de Dios tratamos siempre de hacer lo mejor que podemos, pues Él es nuestra motivación y ejemplo. Hubo un tiempo en que yo batallé con la perfección, por la exigencia que tenía en casa, pero después comprendí que no era lo correcto y que lo mejor era la excelencia.
Gracias por compartirlo. DTB 🙂
Muchas gracias!! Me has inspirado. Justo voy a dar una clase acerca de lo bueno contra lo excelente. Esto tiene mucho sentido, gracias!
Hola Yasid,
Sí, compártelo. ¡Qué bueno que te sea útil!
Gracias por tu comentario. DTB 🙂