Me gusta como Dios emplea algo descriptivo de su Creación, en este caso ejemplos terrenales que podamos entender, para mostrarnos cosas que debemos saber y hacer. En el libro de Proverbios, nos habla de cuatro cosas de las más pequeñas, sumamente sabias. Aquí van los protagonistas…
LA HORMIGA – (insecto)– Previsora
Proverbios 30:25 “Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida”.
Son insectos muy pequeños que no son fuertes. Sin embargo, andan buscando y cargando, por largos recorridos, su comida para el verano porque sabe que el invierno es muy frío y su cuerpo no resistiría si tuviera que salir en busca de comida. Entonces, se esfuerza en los días de calor.
A veces uno va cargando algo que no pesa, pero si lo lleva por varios kilómetros, ¡se vuelve pesado! Se acalambran los brazos. Las hormigas van en grupo y en hileras larguísimas (como seguramente las habrás visto). Tarea no tan fácil de hacer debido a su tamaño y fragilidad.
Las hormigas son previsoras. Una persona previsora es la que se adelanta a los acontecimientos y se pone en acción; es precavida. Por ejemplo…
-si la Navidad está cerca, no tengo que esperar el último día para ir a comprar regalos.
-ahorro durante el año para poder viajar de vacaciones.
Debemos aprender de las hormigas y ser personas previsoras, anticipándonos a las cosas que tenemos que hacer; no dejar que nos tomen por sorpresa; cumpliendo lo que ofrecemos; preparando metas ¿adónde quieres llegar este año? etc. Eso es necesario para poder cumplir el propósito al que hemos sido llamados y además, hará que la vida nos sea más fácil.
EL CONEJO (mamífero)– Estable
Proverbios 30:26 “Los conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra”.
Los conejos son animalitos que caminan con dificultad, avanzan mayormente dando saltos.
Sin embargo, ponen su casa en madrigueras debajo de la tierra, pero le pone rocas y piedras, lo cual les da una gran estabilidad.
Si nosotros ponemos nuestra “casa” (vida), sobre la “roca” (Cristo), nuestra vida será estable y cuando vengan fuertes temporales (las pruebas), estaremos firmes y no caeremos, porque Él nos sostiene.
LA LANGOSTA (crustáceo)– Unida
Proverbios 30:27 “Las langostas, que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas”.
Las langostas, a pesar de que no tienen un líder que las guíe, se unen a sus compañeras cuando tienen un propósito en común, se ayudan, y juntas pueden comerse un cultivo entero de un campo, en minutos. Ellas trabajan unidas y organizadas.
A veces, estando en grupo para hacer alguna actividad juntos, si no hay líder o jefe, no se logran las cosas, pues es difícil ponerse de acuerdo, debido a la diferencia de opiniones. Es por eso, que el Señor Jesús oró pidiéndole al Padre, que seamos UNO; perfectos en unidad. Es decir, unidad en la manera de pensar y de sentir para poder lograr lo que nos hemos propuesto. Claro que la oración de Jesús fue por una razón alta y sublime; pero, en general, la unidad funciona en todo grupo humano, pues la base es el amor y la solidaridad.
LA ARAÑA (arácnido)– Vulnerable
Proverbios 30:28 “La araña que atrapas con la mano, Y está en palacios de rey”.
La araña es un animalito muy vulnerable, blandito, pequeño, si lo atrapas con la mano y aprietas con apenas un poco de tensión, podría morir aplastada. Puede aparecer en lugares grandes e imponentes: en palacios de reyes. Su lugar, generalmente, es en los rincones de los techos, donde teje su tela de araña. Es trabajadora y audaz. No hace diferencias, puede aparecer en la casa de una persona muy pobre, como en el palacio de un rey.
Hemos visto aquí una serie de aparentes contrastes (cosas opuestas). No fuertes, pero previsores; nada esforzados, pero estables; sin jefe, pero unidas; vulnerables, pero en casa del rey. Se parece a los contrastes de la vida misma; hecha de penas y alegrías. Una vez superada la pena, la alegría es mucho más grande y esplendorosa.
Los seres humanos somos frágiles, pero Dios es nuestra fuerza (Salmo 28:7; 118:14; Isaías 40:30-13) y como cristianos, Él nos da el privilegio de poder estar en Su palacio. La Biblia dice que estamos sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús (Efe.2:6). Aprovechemos la oportunidad que se nos brinda para estar más cerca de nuestro amado Señor y disfrutar de Su presencia.
Que podamos ser personas previsoras, estables, unidas y vulnerables, especialmente ante Dios.
¡Dios te bendiga!
Gracias!
De nada Patricia. Gracias por su comentario. ¡Dios la bendiga! 🙂
Una palabra muy edificante. Gracias
Muchas gracias Sheila.
¡Dios te bendiga grandemente! 🙂
Excelente!!!
Muchas gracias Heiner.
¡Bendiciones de lo alto! ¡Dios es bueno!:)