Se ha hablado bastante sobre la Cruz de Cristo, es un hecho en la historia de la humanidad, pero quizás muchos no han comprendido la magnitud de lo que representa. Algunos piensan: “Sí, probrecito, lo que Él tuvo que pasar”. Y allí queda solamente. Pero…
¿DE QUÉ SE TRATA?
Todo comienza cuando reconocemos que somos pecadores; que le hemos fallado a Dios, que el pecado nos estorba y nos trae problemas y sufrimientos; que necesitamos un Salvador no de carne y sangre, como nosotros, sino alguien superior, sin pecado, que pueda librarnos de nuestra naturaleza pecadora. Nuestro problema es la naturaleza pecadora, que produce pecados, y se haya incrustada dentro de nosotros. Y es tan fuerte, que por más que peleamos contra ella, no podemos vencerla.
Para eso vino Jesucristo. No cualquier hombre, sino el mismo HIJO DE DIOS. El único santo y sin pecado capaz de salvarnos por medio de la Cruz. Si uno no lo reconoce como DIOS, no podrá comprender, ni poner en efecto la obra que Él hizo por nosotros y por lo tanto, no sucederá nada.
HAY ESPERANZA
La Cruz de Jesús es el regalo de Dios para TODA la humanidad, pero como regalo, es necesario que uno se apropie de él. Si no lo hacemos, es como tener el regalo tirado allí y no será útil en nuestra vida.
La lista de pecados fue clavada en la Cruz. La sangre de Cristo es el medio y la obra completa de perdón de pecados a favor nuestro. Es la base del Nuevo Pacto. Dios establece un Pacto con nosotros a través de Su sangre en la Cruz y pasamos a ser Sus hijos y podemos tener acceso a Dios y a la vida eterna.
Colosenses 2:13”Ustedes, en otro tiempo, estaban muertos espiritualmente a causa de sus pecados y por no haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios les ha dado vida juntamente con Cristo, en quien nos ha perdonado todos los pecados. 14 Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz” (DHH).
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE?
La muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario, es el hecho más importante en la vida del cristiano. La Cruz divide la vida del ser humano en dos partes: antes y después de Cristo. Antes de que Cristo entrara en el corazón, nosotros estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1). Después de que Cristo entra, la sangre que Él derramó en la Cruz es aplicada a nuestra vida, y somos hechos salvos (libres de pecado y la muerte eterna en el infierno) Efesios 2:8-9 y vamos camino al cielo.
La Cruz tiene 2 maderos. Un madero largo vertical que apunta hacia el cielo, que nos recuerda nuestra relación íntima con Dios. Un madero corto atravesado, que nos recuerda la relación horizontal de amor que debemos tener con nuestro prójimo y que está pegada al madero vertical (al amor y comunión con Dios). Toda la ley de Dios está resumida en dos: amar a Dios con todo tu ser y a tu prójimo como a ti mismo (Lucas 10:27).
Eso no es fácil de hacer. Para poder cumplir con esas 2 leyes (que encierran todas las demás), es necesario tener una nueva naturaleza. Cuando te acoges al sacrificio de Cristo en la Cruz, sabiendo que tú y yo debimos ser crucificados en lugar de Él, ocurre un cambio en tu vida: adquieres una nueva naturaleza; te conviertes en una nueva criatura (2 Corintios 5:17). Si tu conversión ha sido hecha de corazón (porque a veces uno repite la oración de entrega sin entender mucho), vas a notar algunos cambios: deseo de buscar a Dios en oración; deseo de leer la Palabra de Dios; deseo de dejar las cosas malas que antes hacía, etc. Lo cual indica que tu naturaleza ha cambiado.
Cuando recibes a Cristo como tu Señor y Salvador y le entregas tu vida entera (espíritu, alma y cuerpo), sucede una transformación interna, espiritual. Eso es sólo la primera etapa de tu crecimiento espiritual. Uno debe ir cambiando y creciendo según su corazón se vuelve más dócil, y la entrega a Dios se va profundizando.
El cambio no es sólo natural o físico, sino que trasciende a lo espiritual. Hay un mundo sobrenatural que nuestros ojos físicos no pueden ver, pero que existe en realidad. El Reino de Dios se encuentra allí y como cristianos debemos aprender a vivir en ese Reino. Las leyes que aplican allí son diferentes a las leyes terrenales; aún a veces parece que van contra la lógica porque entra la fe y donde hay fe la lógica estorba. No significa que vas a quedarte sin cerebro, sino que la fe toma las riendas de tu vida y va por encima de la lógica. Dios se encarga de romper tus paradigmas y estructuras mentales. No podemos encasillar a Dios. Él es libre y actúa a la manera que Él desea.
1 Cor. 1:18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
Todos los que ponen su fe en Él, serán salvos y por Su sangre serán libres del pecado para servir al Dios vivo, para glorificarle y gozar de Él por la eternidad.
Verídico. Hay regalos temporales y terrenales. Lo que Cristo nos ofrece es permanente y eterno.
TOMA TU DECISIÓN
Es increíble y maravillosa la misericordia que Dios tiene de nosotros. Mira lo que dice este pasaje:
Job 33: 27 El mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, y no me ha aprovechado, 28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, y su vida se verá en luz. 29 He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, 30 Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
Si no le has entregado tu vida a Cristo, te animo a que lo consideres, pues será el paso más grande que des en toda tu vida. Los pasos para empezar (llamados leyes espirituales) son:
1- Dios te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida.
2- El ser humano es pecador y está separado de Dios.
3- Jesucristo es la única provisión de Dios para el pecador.
4- Debemos recibir a Jesucristo como Señor y Salvador.
Recuerda: Dios no quiere sólo una Semana Santa, Él quiere una vida entera santa.
1 Pedro 1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
¡Que Dios te bendiga!
Maria Elena
Hermoso mensaje de la Pasion de Cristo,
Dios te Bendiga