Un cumpleaños, ¿realmente trae felicidad? ¿Qué significa un cumpleaños para ti?
Un cumpleaños representa un año más de vida, pero a la vez es un año menos, porque uno está más cerca a la muerte.
Este año fue diferente para mí, pues es el primero sin la presencia de mamá, quien se fue a la presencia del Señor en Agosto del año pasado. Sin embargo, con la ayuda de Dios, sé que puedo superarlo y pensar que la vida continúa y tengo que vivir mi presente y tener esperanza en mi futuro.
Isiaías 40:29 El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
CELEBRACIÓN
Para algunas personas, un cumpleaños es algo para celebrar y pasarlo muy feliz. Para otros, sin embargo, es algo muy triste. Todo depende de lo que pasó en tu niñez. De niño, es normal anhelar cumplir años, soplar las velitas, recibir regalos, que lo lleven a algún lugar bonito a comer, porque eso le hace sentirse amado por las personas que se lo celebran. Cuando eso no sucede, le crea una tristeza en el alma tan profunda, que le dura hasta que es adulto y eso lo expresa en la manera en que él o ella recibe su cumpleaños.
Recuerdo haber visto gente adulta a la cual se le celebró el cumpleaños inesperada y anticipadamente. Fue una ¡sorpresa total! La reacción fue un quebrantamiento muy grande, algunos gritaban de dolor (varones y mujeres), al celebrar con una piñata, recibir una muñeca Barbie o un carrito de juguete. Les traía recuerdos de una niñez muy triste en que jamás le celebraron el cumpleaños, nunca le dieron regalos, ni les dijeron que los amaban.
¿Cuál es el resultado de gente que ha pasado por esos momentos tan tristes?
Generalmente, ellos no desean recordar ni celebrar su cumpleaños, ni que se lo celebren. Algunos no lo festejan porque están solos, no tienen compañía, no tienen o están alejados de parientes cercanos. Se encierran en su soledad, o apartan a la gente de su lado. Muchas veces, eso de: “A mi no me gusta celebrar mi cumpleaños”, es una manera de decir: “Me duele mucho; estoy resentido; me trae recuerdos dolorosos. No me lo celebres”. Llegan a odiar las celebraciones. Eso sucede en cada cumpleaños o en Navidad.
La vida está formada de momentos alegres y tristes. Todos tenemos que pasar eso por estar en un mundo imperfecto; pero dependiendo de lo que hayas aprendido de tus padres o de las personas que te criaron, ese sentir puede traerte alegría o tristeza.
Nuestra actitud hace la diferencia. Por eso, si queremos tener una vida buena y que valga la pena, todo empieza con la actitud. Debemos renovar nuestra manera de pensar, diariamente (Romanos 12:2). Cada uno debe velar y responder por su propia vida.
Eclesiastés 2:24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá, y quién se cuidará, mejor que yo?
Las heridas emocionales pueden ser muy profundas, como las raíces de una planta. A veces se encuentran en nuestro inconsciente (escondidas), y nosotros no nos enteramos que están allí hasta que algo las desencadena. Podemos ver sus efectos en nuestras reacciones, cuando no han sido sanadas. Por ejemplo, lo que mencioné anteriormente, el llanto de las personas que, al celebrarle el cumpleaños, hizo que traigan a la superficie recuerdos que estaban enterrados en lo más íntimo de su ser.
Para que Dios te sane: trae a la memoria los recuerdos dolorosos, uno por uno, delante de la presencia del Señor en oración. Luego, perdona a los que te han ofendido y te causaron el dolor (uno por uno…ya que el diablo es legalista). También pídele perdón a Dios por el resentimiento que te causó esa ofensa. Déjalo todo en la cruz de Cristo. Recibe el perdón de Dios.
Recuerda que la herramienta básica para la sanidad del alma, es el perdón. Cuando uno no perdona se ata a sí mismo y a la otra persona también. Son lazos invisibles para el ojo humano, pero que se notan en las consecuencias. En cambio, cuando uno perdona, se sueltan las ataduras que tú tienes y sueltas a la otra persona también.
Isaías 61:1 El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos… (NVI).
Dios ve lo que está escondido en lo profundo del corazón, muchas veces oculto a nuestros propios ojos. Él quiere restaurar nuestras heridas. Restaurar (griego) quiere decir, cambiar interiormente. El Señor es un Dios sanador.
Estás llamado a ser libre y estar sano emocionalmente (y en todo aspecto). Dios sólo espera que tú estés dispuesto a hacerlo.
¿Qué postura eliges tener?
Espero que la segunda. Tengamos el corazón alegre como nos recomienda la Escritura. No es fácil, sobre todo si uno se ha pasado la vida mirando desde el lado negativo, pero no es imposible tampoco, porque nada hay imposible para Dios (Lucas 1:27).
Proverbios 17:22 Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. (NVI).
Te invito a tomar una sonrisa y ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
Muy lindo! Yo elijo la segunda!
Linda reflexion…copyright (R) o Derechos Reservados jijiji…bendiciones
¿ Y si te dijera que desde que tu mama se murió es como si ella jamas hubiera existido?
Sólo para mencionar un ejemplo, la Biblia dice de que después de la muerte viene el juicio (Hebreos 9:27)…por eso, es obvio que la existencia continúa después de la vida terrenal. Por lo tanto, no hay lugar para pensar en la no existencia.
Sin embargo, usted es libre de pensar diferente.
Gracias por su comentario. Dios lo bendiga 🙂